Abrió la puerta con una mano susurrante,
oculta en un guante de piel y de ante.
Y la mano susurrante de piel y de ante,
oculta en un guante,
deslizó sus dedos por el pomo, acariciante.
Y el pomo de plomo, que es viejo y romo,
y a veces un poco loco,
se estremece con los dedos de piel y de ante
ocultos en el guante de una mano susurrante.
Y la puerta celosa,
y harta del viejo pomo
-que no es poca cosa -,
descubre a los amantes,
chirria y delata
al pomo, al guante,
a la mano susurrante,
a la equación amorosa de piel, de plomo y de ante .
Madhuvari.
(las cosas que hace el aburrimiento ¿eh? :S)