Si mi maño teñida de rojo
Osara clavarse en la tierra más dura y más yerma,
Con dedos firmes e incansables
Como pequeños gusanos que a su hogar regresan.
Si a mi mano atrevida le siguiera mi brazo,
Y después de éste todo mi cuerpo doblegado,
Incansable, como una raíz que las piedras ignora
Y lucha por agarrarse aún con más fuerza
A la tierra que la aborta.
Y si mi alma se atreviera a comer el sustrato
Que a pesar de ser pobre la alimenta;
Y si dejara que las lágrimas corrieran
Como un río subterráneo de mil caballos desbocados.
Tal vez esta tierra dura y yerma se ablandara,
Y abriendo sus brazos con orgullo me acogiera.
Y tal vez yo entonces,
Dormida y desnuda en su regazo,
Me convirtiera en una insignificante semilla
Que esperanzada y sin prisa
Sólo la lluvia aguarda.
Madhuvari
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario