El SuperEgo

Ayer tuve una "discusión" con una persona muy muy importante para mí a cerca de una situación hipotética en la que los dos planteamos distintas maneras de actuar. Es curioso como a veces nos llenamos la boca de palabras como "libertad de actuación", "respeto", y luego, cuando alguien plantea una manera de actuar diferente a la nuestra nos creemos con el derecho de pronunciar un discurso a cerca de lo que está bien o está mal, lo que es correcto y lo que es menos correcto.

Esto me sucedió ayer noche. Hice un "gran" discurso a cerca de la mejor manera de actuar ante esa situación hipotética, la manera que, según mi punto de vista, era la más correcta.
Bueno, aunque pareció que mi discurso era "el vencedor de esa noche" (o eso quise pensar yo n.n) la verdad es que intuí que en ese discurso mío fallaba algo: no era la manera de expresar las ideas; ni que se hubiera quedado algo en el tintero. Me di cuenta de que había estado haciendo algo que aborrezco, y es que había estado juzgando a una persona; y no a una persona cualquiera, sino a una de las personas más cercanas a mí y que más quiero.

¿Qué importancia tiene que creamos que hay una mejor manera de actuar? Cuando la otra persona toma una decisión en base a lo que cree correcto, y sin perjudicar a terceros, sólo (tal vez) a sí misma...¿Qué derecho tenemos a juzgar sus decisiones? ¿Por qué creemos que nuestra opción es siempre la mejor?

Así que ayer me di cuenta de que había caído en la trampa del superego , y que había estado actuando de juez con una persona que tiene sus propias ideas, y todo el derecho a tomar sus decisiones sin ser juzgado. Por eso, pido disculpas a esa persona, agacho la cabeza ante él y le ofrezco una corona de laurel porque ayer me dio una lección que espero no olvidar nunca ^^