30.9.07

Las hadas chillonas también se casan. Poema para Tori sin título...




¿Quién dice que los pollos no lloran?
Tu tienes tu piano, tu voz de hada chillona
Para someter a los designios nefastos del Destino.
¿Y que tengo yo?
Una noche me puse a dar vueltas
En lo alto de la roca que toca las nubes.
Allí no vi nada, no sentí nada.
El mundo dando vueltas y vueltas,
Y yo bailando, quieta.
Si echara a volar, pensé,
Seguro que las alas me arderían,
Y me caería con el viento azotando mi cara.
-“¡Idiota, idiota, vamos, no seas más idiota, vuela!”- me gritaría.
¿Y qué? Me preguntaría. También se muere de idiotez.
Así que me tiré.
Vi que mis alas ardían,
Y yo caía y caía, con el viento azotando mi cara.
-“¡Idiota, idiota, vamos, no seas más idiota, vuela!”- me gritaba.
¿Y qué? Me pregunté. También se muere de idiotez.
Llegué al suelo, un amasijo de sentimientos y llanto.
Sangraba tanto que el mundo se volvió encarnado.
Me tumbé boca arriba y miré al cielo estrellado.
Y vi a un pollo volando.
Aterrizó sobre mi barriga abierta y dolorida
Y con su precioso pico dorado y un poco de consuelo
Me cosió las heridas.
En sus pequeños y negros ojillos de pollo
Asomaron dos lágrimas tímidas.
-“ Quiéreme si quieres. Yo también lloro, aunque sea un pollo”
Me levanté como un gato que ha caído de mil pisos de altura con ático incluido.
Abracé a mi pollo bien fuerte y nos fuimos los dos, llorando a mi casa, un agujero de gusano de nueva construcción.
Madhu.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

qué bella historia...

lo que más me gusta es que tienen finales felices y/o con mucha esperanza o felicidad adelantada :))))

saludos !!!!

Madhuvari dijo...

Muchas gracias Wild ^^